sábado, 28 de enero de 2012

Promesas Incumplidas. Capítulo 25

Capítulo 25.

POV Allison.

No sabía cómo, había llegado hasta la puerta. Recuerdo que Xavier me intentó parar pero me sacudí fuertemente y me libré de su agarre. Necesitaba respirar y organizar mis pensamientos por mi cuenta. El problema es que no tenía ni idea de dónde empezar.  
Me senté en las escaleras de la enorme casa. El cielo estaba cubierto de nubes. La lluvia no tardaría en caer. Noté mi mejilla mojada pero por más que miré arriba no vi ni una gota de agua caer. No era lluvia, eran lágrimas. Con el dorso de mi mano las aparté. Estaba cansada de ser siempre la débil. Me dije a mí misma que no sería tan malo. De verdad que intenté creérmelo pero, precisamente, la ingenuidad no era uno de mis fuertes.
De nuevo, algo mojó mi mano. Había empezado a llover. Ni me inmuté. Permanecí en la escalera aunque me estaba mojando. No podía volver dentro. Escuché unos pasos pero antes de que me girara, alguien se sentó a mi lado.
No me miró en ningún momento. Era como si tuviera la mirada perdida en algún punto que no llegaba a ver.  Un picor nada agradable empezó a aparecer en mi garganta y noté que mi visión se estaba volviendo borrosa.  Me levanté y me refugié en el porche. Xavier seguía allí.
-Xavier ven aquí. Te estás empapando.-le grité desde donde estaba intentando que no se notara mi voz algo áspera.
Se incorporó y me miró. No pude sostenerle mucho la mirada. –Hace dos segundos estabas aquí mojándote sin problema. Hasta que he llegado.
-No es por eso.-No soportaba que pensara que era por él.-Es que…
-Yo no pienso moverme de donde estoy hasta que me hables Allison.
-¿Qué dices? Te estoy hablando.
-Me refiero a lo que ha pasado ahí dentro.-Dijo sin moverse.
Sabía que mi cuerpo ya no podía más. Estaba luchando contra algo inevitable. Bajé con cuidado los escalones que nos separaban y él me recibió en sus brazos como siempre. Entre ellos me sentía protegida, como si él siempre fuera a estar aquí. Apoyé la cabeza en su pecho y dejé que las lágrimas siguieran su camino. Su mano me acariciaba suavemente el pelo intentando que me tranquilizara, aunque creo que solo había una cosa que lo haría. Me separé un poco de él.
-Venga, no aguanto verte llorando Allison, por favor, para.-Con su mano me retiró el resto de lágrimas que se habían quedado adheridas a mis mejillas, como si quisieran recordarme el por qué estaban allí.
-Vámonos de aquí.-Le pedí.
-Lo que quieras princesa.-Tras un beso en la frente, empezamos a andar, poniendo cada vez más distancia entre esa maldita casa y yo.

POV Xavier.

Nunca en mi vida, había estado en estas circunstancias. Empapado de pies a cabeza, andando por senderos y carreteras a media noche y con la chica más maravillosa del mundo a mi lado aunque no estuviera en su mejor momento. Teníamos que llegar a casa lo antes posible. No hubiera sido mala idea, coger prestado algún coche de los de la fiesta. No creo que lo echaran en falta. Allison parecía agotada. Apenas andaba dos pasos sin tambalearse o temblar por el frío. La agarré de la mano y la acerqué a mí. Le pasé el brazo por el hombro y aceleré el paso.
Por suerte, no tardamos más de otros 15 minutos en llegar hasta mi casa. Las luces del porche estaban encendidas, así que mis padres aún seguirían en pie. Ayudé a Allison a subir las escaleras hasta la puerta. Casi diría que tuve que llevarla hasta allí. Llamé un par de veces a la puerta y mi padre nos abrió. Nos miró a ambos con cara de sorpresa pero sin decir nada. Mi madre apareció por detrás y en cuanto nos vio, quitó a mi padre del medio y nos dejó pasar.
-¿Qué os ha pasado?-Dijo preocupada, sobre todo mirando a Allison.
-La fiesta fue un muermo y decidimos venirnos a pie. Lo típico.-Intenté endulzar la situación.-Voy a llevarla arriba. Necesita un buen baño caliente.
-Os prepararé un chocolate caliente ahora mismo.-Y desapareció en dirección a la cocina.
Cuando vi que Allison no estaba en muy buenas condiciones para subir las escaleras hasta el piso de arriba, la cogí en brazos y subimos dejando un rastro de agua por cada sitio que pasábamos.
Entramos en el baño. Senté a Allison en el váter y llamé a mi madre. No tardó en subir. Ella se quedó Allison mientras yo me iba a mi habitación a cambiarme. Cogí unas toallas del armario y me sequé bien. La ropa estaba completamente mojada, así que la puse en la cesta de ropa sucia. Me coloqué una camiseta que tenía desde hacía bastante tiempo negra y me tumbé en la cama. Estaba completamente agotado. No es raro, que me quedara dormido sin darme cuenta.
****
La primera vez que abrí los ojos, la habitación seguía oscura, por lo que pensé que seguiría siendo de noche, así que volví a dormirme. La segunda vez, noté que alguien estaba a mi lado, aunque no presté mucha atención, antes de que mis ojos volvieran a cerrarse.
Ahora, estaba despierto, pero con los ojos cerrados. Estaba demasiado cansado como para levantarme. Me removí un poco en la cama. La persona de anoche no estaba. Oí la puerta de mi habitación abrirse. Me hice el dormido. Fuese quien fuese, dejó algo en la mesa, ya que escuché un ligero golpe. Luego, noté un peso más en mi cama. Su mano pasó con delicadeza por mi mejilla y luego entre mi pelo. Abrí los ojos. Allí estaba ella.

POV Allison.

Tras un buen rato, por fin se había despertado.  Me levanté de la cama y cogí la bandeja con el desayuno que le había preparado. Volví a sentarme en un lado y se la puse encima.
-¿Estoy muerto?-Él y sus bromas.
-Come, tendrás hambre después de lo de anoche.
Apoyé la espalda en la pared y le observé mientras la tostada que le había preparado, desaparecía en cuestión de segundos, seguida del zumo de naranja que la acompañaba. Una vez hubo terminado, la dejó en la mesa y se incorporó del todo, dejando su cara a escasos centímetros de la mía.
-¿Estás bien?-Me susurró.
-Depende de lo que el término bien signifique para ti.-Me reí sin ganas.-Pero hoy no es ayer. Un nuevo día, ¿no? Hay que empezar con buen pie.
Colocó ambas manos en mi cuello y me atrajo hacia él. Me besó dulcemente. Primero en la mejilla, en el cuello, en la punta de la nariz, y por último, unió sus labios con los míos. Era en estos momentos cuando conseguía que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo.
El sonido de mi móvil devoró el silencio de la habitación. Miré la pantalla parpadeante. Era Lucy. Descolgué y volví con Xavier.
-Hola Lucy. ¿Qué pasa?
-¿Cómo que qué pasa? ¿La boda? ¿Tu madre embarazada? ¿Cuándo pensabas contármelo?
-¿Cómo sabes eso?-Me sorprendí.
-Todo el mundo lo sabe ya prácticamente, salvo yo, al parecer. ¿Estás bien?­
-Intento estarlo. No quiero preocupar a nadie.
-Deja de pensar en los demás y piensa un poco en ti, ¿quieres?-Algunas veces llevaba razón en sus consejos, aunque estaba vez no estaba muy convencida.-Si puedo pasarme, te hago una visita, ¿vale? Ánimo campeona.
-Gracias Lucy. –Y colgué. Volví al lado de Xavier. Me apretó entre sus brazos y cerré los ojos.

*****
Mientras Xavier se metía una buena porción de su desayuno en la boca, yo ojeaba por la ventana. Su madre apareció de pronto al otro lado de la ventana. Bajó del coche con varias bolsas en las manos. Me acerqué a abrirle la puerta.
-Buenos días chicos. -Dijo avanzando a trompicones hacia la cocina. Se giró y nos sonrió.-Tengo buenas noticias. Como tu padre no lleva bien el negocio he buscado trabajo, y adivina donde me lo han dado. ¿Te acuerdas de cuando te conté que antes de conocer a tu padre fui profesora? Pues, saludad a vuestra nueva profesora de Historia chicos.
Creo que ninguno de los dos nos esperábamos oír aquello. A mí no me parecía nada malo aunque a juzgar por la cara de sorpresa de Xavier, no sabría decir si a él le gustó oírlo.

domingo, 15 de enero de 2012

Promesas Incumplidas. Capítulo 24

Capítulo 24.

POV Xavier

-No creo que sea buena idea Allison.-Todo aquello me estaba resultando una locura. ¿Ir a una de esas fiestas que solo ves en las películas, donde no conoces a nadie y todos te miran por encima del hombro? Eso no entraba en mis planes.
-Te necesito Xavier.-Pero allí estaba ella. Había pasado horas arreglándome y dándome ánimos, contándome anécdotas de aquellas ceremonias. Sabía que quería que fuera, pero al decir “necesitar” todo pareció cambiar. Sus ojos parecían suplicarme que no los perdiera de vista ni por un segundo.
-¿Conoceré a George Clooney allí? O puede que a Obama, ¿a que sí?-Al menos conseguí hacerla sonreír.
-Creo que es hora de que me prepare yo. Estás muy guapo.
Tras un corto beso, desapareció tras la puerta de su habitación.  Quedaban cincuenta insufribles minutos antes de lo que yo mismo denominé como “cataclismo”. Cuando conseguí despejarme un poco, me di cuenta de que estaba en la habitación de Allison. Me levanté de su cama y paseé la mirada por cada rincón. 
Fotos, libros, carpetas…recuerdos plasmados en cada objeto que mis manos tocaban. En unos marcos en su estantería, había fotos de Lucas, Lucy y Allison comiendo helado y  luego en lo que parecía ser una casa de campo. También encontré una foto de Allison vestida de animadora. Sonreí al verla. Todas estaban sonrientes pero ella, resaltaba sobre las demás.
Un carraspeo detrás de mí me hizo girarme sobresaltado.
-Tranquilo. Ni que te hubiera pillado robando un banco.
Las palabras se me quedaron atascadas en la garganta. Aquella chica que tenía en frente no podía ser la misma Allison que segundos antes, con el pelo revuelto, me había estado ayudando a prepararme para todo este circo. Llevaba el pelo recogido en un improvisado moño que dejaban ver unos largos pendientes que relucían ante cualquier contacto con la luz. Unos mechones que se había dejado sueltos no pudieron ocultar los pequeños hoyuelos que adornaban su pequeña cara al sonreír. Llevaba un vestido dorado increíble. Sin tirantas, con varios pliegues por la cintura y que se acababa justo por la mitad de su muslo. Y para terminar, unos tacones que hacían que su pie casi estuviera por completo en la posición del de una bailarina cuando se apoya sobre su punta.
-¿Esta es la parte en la que caes rendido ante mí y me dices que estás locamente enamorado de mi persona?-Avanzó varios pasos hacia mí.
-Posiblemente.-Acerté a decir.
-Bien. Ahórrate cualquier cumplido, porque no me lo creeré.-Pasó su brazo alrededor del mío y con un  gesto de su cabeza, nos aventuramos a bajar las escaleras de su casa. Parecieron terminar mucho antes de que yo estuviera preparado de pisar tierra firme pero, un apretón de su mano, hizo que mis pulmones soltaran una buena bocanada de aire en un suspiro. Subimos al coche que nos esperaba en la entrada y, aunque no lo hiciera muy a menudo, recé para que todo saliera bien. La idea de enfrentarme a su madre, no me atraía demasiado.

POV Allison.

Sabía que me equivocaba. ¿Cómo pensar que la idea de venir sería buena? Que podría abrirle los ojos a mi madre. Las lágrimas no paran de acompañarme y los recuerdos de sus palabras,  no cesaron en su tormento.
1 hora y 15 minutos antes.
-Si no bajas del coche, voy a tener que pagar por equipaje extra.
Xavier estaba sentado apretando un pliegue de sus pantalones con la mirada perdida.  Esta fiesta no era algo que los dos quisiéramos pero, si quería darle una lección a mi madre. Tendría que ayudarme.
-Vamos.-Salió del coche y sus ojos examinaron la gran casa que nos aguardaba.-Ay dios.
-No es para tanto. Por dentro no es tan grande.-Intenté sonar convincente.
-Ya, no lo estás consiguiendo.
-Xavier. No va a pasar nada. Solo vamos a cenar. No es el fin del mundo.-Le dije mientras le retenía la cara entre mis manos.-A por ellos príncipe azul.
****
Nada más poner un pie en el recibidor, miles de caras conocidas, y no tan conocidas, vinieron a saludarme.  Presentaciones y apretones de manos rodeaban a Xavier. Al parecer, no le iba nada mal. Se había quedado hablando con un antiguo compañero de facultad de mi madre con el que creía haber oído que compartía afición por un libro de un autor que no habría acertado a decir el nombre ni por mucho que lo hubiera visto escrito.
Mientras bebía de la copa de champán que nos habían servidos, divisé a John. No veía ninguna señal de mi madre a su alrededor, así que decidí acercarme.
-Allison. ¡Qué alegría verte!-Nos fundimos en un abrazo que duró poco.
-Yo también me alegro de verte. ¿Dónde está mamá?
-Está hablando con unos amigos del trabajo. ¿Cómo os lo pasasteis en California? Me dijeron que hizo buen tiempo, ¿no?
-Sí, fue genial. Esto…tengo que presentarte a alguien. ¿Me acompañas?-Le propuse.
-Claro.-Y fuimos en busca de Xavier. Solo esperaba que no lo hubiera devorado este banco de tiburones.

POV Xavier.

Había perdido de vista a Allison. A pesar de mis ideas previas, la gente rica no parecía tan desagradable como la pintaban.  Decidí sentarme en un sofá que había cerca de la entrada. Allison aparecería tarde o temprano. 
-Hey.-Por hablar. Allison apareció de pronto en frente de mí con un hombre alto que no sé por qué supuse que sería el anfitrión de la fiesta.
-Xavier, este es John. John, Xavier.-Nos presentó.  John estiró la mano y yo se la estreché en forma de saludo.
-Así que estáis saliendo, ¿eh? Seguro que a tu madre no le gusta el chico.-Dijo John sin pelos en la lengua. Allison le dio un suave golpe con el pie que intentó que no viera. Él carraspeó y se dirigió a todos los invitados.-Por favor, entrad en el comedor. La cena va a empezar.
Gente proveniente de todas partes de la casa se arremolinaron en torno a las puertas donde John acababa de entrar acompañado por la madre de Allison. Su hija y yo sin embargo, nos quedamos algo rezagados.
-Que no le guste a tu madre no es noticia de última hora.-Le dije acariciándole la mejilla.
-A mi madre no le gusta nadie que no tenga dinero Xavier. No te preocupes por ella. Vamos a cenar y acabemos con esto de una vez. No sé por qué pensé que sería una buena idea venir.
-Si quieres, cuando sirvan el agua ese que usan los ricos para lavarse las manos antes me lo tomo como si fuera una sopa. Yo creo que así la agradaría.-Allison estalló en carcajadas. Al menos la había hecho reír, aunque me preocupaba que algo por estilo pasara ahí dentro.
-Tú relájate.-Nos adentramos en aquella sala abarrotada de gente sentada en una mesa que parecía medir más de 10 metros a simple vista. Tragué saliva y respiré hondo y me senté al lado de Allison, que ya había ocupado asiento en el lado opuesto de la mesa. Alejada de su madre y John.  Aquella iba a ser una noche muy larga.

POV Allison.

El primer plato pasó rápido. Fuera lo que fuese que iban a anunciar, todavía no querían hacerlo, así que cada uno en la mesa hablaba de sus cosas. En estos momentos echaba de menos a mi padre. Recuerdo cuando los dos nos entreteníamos a hacer peleas con los guisantes que mi madre nos ponía de ración alguna veces y que ambos odiábamos. Estaba claro que ahora mismo, no podría hacer eso, por mucho que quisiera. Esta gente eran amigos de John, por lo tanto eran de su calaña. Ricos estirados.  Lo peor es que por su culpa, todos me juzgaban como tal. Como si no tuviera suficiente.
Me entretuve el resto de la cena con mi servilleta, enrollándola y desenrollándola una y otra vez.  Xavier intentaba desenvolverse en las conversaciones en las que le metían, aunque no le estaba dando mucho resultado.
Cogí lo que debía ser un fruto seco del último plato que habían servido y se lo lancé a Xavier. Se giró confundido y ambos empezamos a reírnos sin motivo.
-¿Qué pretendes?-Me dijo de forma seductora en voz baja.
-Captar tu atención.-Respondí.
-No hace falta que me tires un fruto seco para hacerlo.-Sonrió.
Unos golpes en una copa nos interrumpieron. Mi madre se había incorporado junto con John. Se cogieron de la mano y su mirada buscó la mía. No sé por qué, me temí lo peor.
-Muchas gracias a todos por venir. Espero que la cena haya sido de vuestro agrado. En parte hemos preparado esta fiesta para anunciar algo.-Se miraron.-Vamos a casarnos.
Fue como si me hubieran golpeado fuertemente. Dejé de prestar atención a mi alrededor. Mi cabeza era un caos en aquel momento. ¿Casarse? Había hecho que fuera a la fiesta para enterarme así…pero, no tenía sentido.
-Y bueno.-Se agarró la parte baja de la camiseta y empezó a darse masajes. –Estoy embarazada.

martes, 3 de enero de 2012

Promesas Incumplidas. Capítulo 23

Capítulo 23.

POV Xavier.

Yacía inerte en la orilla. Allison se había adentrado en las oscuras aguas de la noche sin ningún temor mientras que yo no me había atrevido a seguirla.
-¡Venga Xav! ¡Es genial!-Gritó desde una zona donde el agua le cubría hasta la cintura.
La luz tenue de la luna parecía formar un camino hasta ella. Miré una última vez hacia las luminosas luces de la feria. Todo parecía tan lejano en aquel momento.
Sacudí la cabeza, apartando todo y me dejé llevar por su locura contagiosa. Las frías y pequeñas olas que había a última hora del día golpeaban la superficie de mi camiseta haciéndome tiritar un poco ante su contacto helado. Allison se había girado mientras miraba el oscuro y estrellado cielo que estaba por encima de nuestras cabezas. Le lancé un poco de agua y emitió un pequeño grito.
-Me la vas a pagar Xavier Martin.-Dijo mientras enlazaba sus manos alrededor del cuello de mi camisa y me arrastraba hacia ella, acortando la distancia que nos separaba.
-Cuando quiera señorita Moore.-Y apenas segundos después, nos fundimos en un apasionado beso que no quería que acabara nunca.
****
-Madre mía.
Después de nuestra escapada a la playa, Allison y yo habíamos decidido presentarnos de una vez en la fiesta de Lucy. La casa estaba entera iluminada, la música sonando fuertemente, gente bailando por todos lados y el alcohol corriendo de un vaso a otro.
-¡Hey! ¡Allison! Ven, necesito tu ayuda.-Lucy apareció tras dos chicos y cogió a Allison de la muñeca arrastrándola hasta una improvisada “barra” donde estaban sirviendo las copas algunos chicos.
-¿Para qué te necesita?-Le susurré mientras las seguía.
-Ni idea.-La oí cuando pararon en frente de unos chicos que estaban sentados allí.
-Allison, tienes que ayudarme a ganar hoy por favor.
-¿Te refieres a que les gane bebiendo?-Lucy le suplicó durante un rato.-Está bien. Pero solo porque es tu cumpleaños.-Se dirigió a mí mientras se quitaba el jersey que llevaba puesto. La camiseta con la que se quedó apenas daba para la imaginación.-Sujétamelo por fa.
Tras rellenar los vasos, todos se pusieron en posición. Me coloqué a un lado para poder verlos mejor. No estaba muy convencido sobre si Allison podría ganarles a ver quién se bebía antes el contenido del vaso.
-Muy bien, ¿preparados?-Dijo Lucy.-3,2,1…¡Ya!
Y apenas un abrir y cerrar de ojos Allison dejó el vaso en la barra completamente vacío y levantó la mano mientras gritaba y celebraba que había ganado. Lucy la abrazó y ambas se pusieron a fanfarronear delante de los chicos durante un rato.
-Vamos por otra anda.-Repitió Allison sentándose de nuevo. Iba a decirle que lo dejara ya pero antes de eso, ya tenía un nuevo vaso lleno que se estaba llevando a la boca.
Así pasó un buen rato, hasta que pude sacarla de allí y llevarla a la habitación que había en la planta de arriba. Cerré la puerta con pestillo y cuando me di la vuelta, la vi tumbada en la cama completamente dormida. “Bravo Xavier”. Me quité la sudadera y dejé mis chanclas a un lado del armario que allí había. Allison ni si quiera se inmutó cuando me tumbé junto a ella. Debía de estar algo ebria después de lo que se había bebido. No me extrañaba nada.
Aunque debería estar algo enfadado por su comportamiento algo infantil, cuando la vi a mi lado con aquel pequeño mechón rozándole la mejilla, no pude hacer más que sonreír y colocárselo tras de su oreja. Poco tiempo después, me quedé dormido con mi mano sujetando la suya.

POV Allison.

 De camino a casa, intenté recordar la parte de la fiesta, pero no conseguí gran cosa. Apenas algunas imágenes me rondaban la cabeza.  Estaba preocupada por si Xavier estaba enfadado, pero no tocó el tema durante todo el viaje. Cosa que le agradecí.
Una vez en casa, tocaba volver a la rutina. Deshicimos el pequeño equipaje que nos habíamos llevado a California y nos reunimos en la parte trasera de su camioneta cuando acabamos.
-No me puedo creer que falten 9 días para empezar el último año de instituto. ¡Menuda locura! Al menos te tendré a ti.-Le sonreí mientras apoyaba la cabeza en su hombro.
-Pues sí, creo que va a ser interesante. Además tendré que ver a mi gran amigo Sam. ¡Oh, qué gran placer!-Gritó disimulando su desagrado por aquel chico.
-Pegaríais como amigos. ¿Quién sabe?-Me reí ante la cara que puso cuando le dije eso.
-Suena divertido.-Y acto seguido, se tiró encima de mí y empezó a hacerme cosquillas hasta que unos ruidos a pocos centímetros de nosotros nos interrumpieron.
-¿Mamá?

POV Xavier.

-Señora Moore. Un placer volver a verla.-Intenté sonar convincente para estar sobre su hija en una situación comprometida.
-Lo mismo digo Xavier.-Miró a Allison de una forma tan seria que llegué a creer que esa mujer no había sonreído en su vida.-Entra en casa. Tenemos que hablar.
Allison se removió a mi lado. Su madre se dio media vuelta y entró en la casa. Su sonrisa había desaparecido. Ahora miraba a la casa como si fuera una cárcel de la que no podría escapar jamás. Sostuvo mi mano un buen rato, antes de levantarse lentamente y bajar de la furgoneta sin decir nada. Caminó con pasos vagos hasta la puerta. Sus ojos me buscaron. Luego se sumió en la oscuridad de la casa.

POV Allison.

El silencio me parecía atractivo en aquellos momentos. Sabía que tarde o temprano hablaría. Me diría que ese chico no es para mí. Volvería al tema de Sam y yo saldría de la casa dando un portazo. No sin antes discutir, claro está.
-Así que así aprovechas el tiempo cuando no estoy, ¿eh?-Seguía mirando por la ventana. No sabía si Xavier seguía ahí fuera. Aunque si yo fuera él, me escondería.
-Ya ves. Es lo que la falta de una figura materna hace.
Se giró bruscamente y me fulminó con la mirada. Se la sostuve un largo tiempo, hasta que la apartó. ¿En serio pretendía echarme la culpa de algo? ¿Ella?
-No estás nunca. ¿Qué quieres qué haga? ¿Me quedo en casa sola? Perdona si tengo a alguien a quien le importo mamá.
-Mira Allison. Ya veo que no entiendes lo que tu padre y yo hacemos por ti.
-Ese hombre, no es mi padre. Da igual lo que digas o hagas.
-Si lo quieres ver así…pero he venido porque está aquí. En la casa de su familia. Va a dar una celebración y queremos que vengas.
-Já. ¿De verdad crees que iré?
-Por tu bien más vale hacerlo o te aseguro que no verás más a ese desperdicio social.
-¿Perdona? ¿Y si te digo que voy a la fiesta pero con él?
-No te dejaré. –Bufó.
-Ya veremos.-Saqué el teléfono de mi bolsillo y marqué el nº que nunca marcaba salvo en ocasiones como esta.
Dieron varias llamadas antes de que su voz ronca sonara al otro lado del teléfono. Hacía tiempo que no le veía. Respiré hondo y me coloqué en frente de mi madre para restregárselo.
-Papá. ¡Cuánto tiempo!-Dije con voz dulce.
-Allison, ¿qué tal querida? ¿Tu madre te ha dicho ya lo de la fiesta? Vendrá mucha gente importante. –Al fondo, parecían oírse voces. Estaría ocupado, como siempre.
-Sí, sí. Me lo ha comentado. Había pensado que estaría bien llevar a alguien como mi pareja. Espero que no sea un problema.-Tardó un rato en contestar pero no porque lo estuviera pensando sino, porque una de las voces le había preguntado algo. Mi madre me miraba seriamente.
-Claro, claro. Sin problema. Oye tengo que dejarte. Hablamos esta noche. –Y colgó.
-Gracias papá.-Recalqué bien las últimas palabras y me guardé el teléfono sin apartar la vista de mi madre.
-A las siete vendrá un coche a recogeros.
-Hasta luego entonces.-Y di un gran portazo haciendo que mis últimas esperanzas de recuperar a mi madre cayeran en picado hacia un abismo que parecía no tener final.